Ya estamos de vuelta, con fuerzas renovadas, añoranza de
nuestros peques que ya han empezado el colegio y con la cabeza bullendo de
ideas. Durante los meses de julio y agosto hemos estado desconectados de las redes
sociales y hemos echado de menos a muchos de vosotros, amig@s internautas que
nos apoyan, nos inspiran y nos dan el ánimo para seguir adelante. Aunque
desconectados de las redes, no hemos estado desconectados de nuestras
creaciones, nos han hecho encargos que nos han ilusionado, el post de hoy se lo
quería dedicar a Rafi, la encantadora dueña de una casa rural con solera y
mucho, mucho encanto, "Casa Rural el Vasar".
La Casa Rural
el Vasar, está situada en la localidad de Añora, se encuentra
ubicada estratégicamente en pleno corazón de la Comarca de Los Pedroches,
formada por 17 pueblos y más concretamente en el corazón de
la llamada “ruta de las 7 Villas de Los Pedroches”.Las 7 Villas son:
Alcaracejos, Añora, Dos Torres, Pozoblanco, Pedroche, Torrecampo y Villanueva
de Córdoba.
Antes de comenzar las creaciones, me
documenté y busqué imágenes de esta casa y sus alrededores, pero es necesario
visitarla para conocer todo su potencial , cada habitación es historia, historia
que Rafi ha recuperado cuidadosamente objeto a objeto y qué ella misma explica a sus inquilinos en una ruta guiada por la casa, también podeis encontrar esta información en su página web http://www.elvasar.com/
Al entrar en el portal de bellos techos
abobedados y suelo empedrado, con cenefas de piedras
bicolores, provenientes, las mas oscuras, de la escoria de la fundición del
plomo extraído antaño de las cercanas minas de plata,se
empieza a intuir el encanto y la historia de esta singular casa, nos vemos
transportados un centenar de años atrás.
A
la izquierda la habitación de “La
Modista”y a la derecha la habitación de “Los Enamorados”, la
destinada a las escapadas románticas. La decoración de estas habitaciones, cada
una con su temática, está cuidada al detalle , es Rafi, la propietaria de la
casa, la que se encarga de esta labor personalmente.
También a la derecha de este bello portal, hay una hendidura donde
se guardan las cantareras, como indica nuestra placa, tenían la misión de mantener fresca el agua y otros líquidos. Como siempre, nuestras placas son pintadas a mano sobre madera, con motivos y literatura personalizados.
La habitación de la planta superior, “La Cámara”, muy amplia, para
toda la familia, acogedora y llena de detalles históricos, a nosotros nos
sobrecogió sobremanera, una cartilla de racionamiento de la post-guerra que
encontraron escondida en el cabecero de una de las camas que restauraron. Para
los postigos y puertas de esta habitación nos decidimos por unos colgadores “siesteros” con
flores, inspirados en la gran riqueza botánica de Los Pedroches, la dehesa en
primavera, los encinares, las verdes praderas salpicadas de puntos multicolores
gracias a las flores autóctonas. Después de un largo paseo por los parques de
la zona, la casa nos invita a una reparadora siesta. Para que nadie nos moleste, tendremos que darle la vuelta a nuestro colgador siestero y lo mismo haremos si no tenemos ganas de madrugar ;).
De vuelta al portal, al final de este,
una puerta que nos lleva a un patio fascinante, nada
más entrar una majestuosa parra nos brinda su sombra, el aroma a hierbaluisa
nos embriaga, a la derecha un rincón de ensueño, un banco de forja rodeado de
pequeñas luces blancas, que aparecen al anochecer cual luciernagas, que invita a la lectura ,a pensar
bajo la luz de las estrellas o a disfrutar de la más romántica de las cenas,
pensamos que nada mejor que un cartel en madera vista con la leyenda de “Mi
Rincón”, seguros de que cada huesped que ha pasado por la casa ha hecho suyo este rincón.
En el centro, el brocal de un pozo
que esconde un secreto en su interior, dos especies de helechos originarios de
Asia identificadas por un renombrado botánico que visitó la casa. Por arte de mágia sus esporas han atravesado medio mundo para alojarse en
este asombroso lugar, crecen entre las piedras de las paredes del pozo y sus hojas son plateadas.
Al fondo la cuadra, antiguo hogar de los animales de la casa, para la que Rafi, tiene previsto ya un interesante proyecto…
Al terminar la visita, una sorpresa por gentileza de nuestra maravillosa
anfitriona, que nos deja boquiabiertos, en el patio hay una planta trepadora
con una especie de farolillos, Rafi nos pone uno en la mano y nos invita a
abrirlos, en su interior hay tres semillas negras del tamaño de un guisante con
un corazón blanco que parece haber sido pintado por las hadas de la primavera.
Rafi las llama “Las semillas del amor” ( Cardiospermum, o también llamados comúnmente
Farolillos) y es un detalle que tiene con sus
huéspedes al despedirlos, nos comenta que le encanta ver la reacción sobre todo en los niños y en los enamorados, esta semana tengo previsto plantar las mías.